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La "Doctrina Donroe": Un aviso de tormenta para México.

"Doctrina Donroe": Consecuencias para México en el corto plazo ante la política de Trump.

Opinión
Hace 3 días

Las declaraciones recientes del presidente Donald Trump, bautizadas por algunos analistas como la "Doctrina Donroe", no son un ejercicio retórico abstracto. Son un claro y presente aviso de tormenta para México, cuyas consecuencias en el corto plazo podrían ser severas y profundamente desestabilizadoras. Este resurgir explícito y agresivo de la Doctrina Monroe, despojada de cualquier eufemismo diplomático, plantea una coyuntura crítica que exige más que declaraciones de protesta: demanda una estrategia nacional urgente y realista.

En el corazón de esta doctrina está la reafirmación de que América Latina y el Caribe son el "patio trasero" exclusivo de Estados Unidos, donde cualquier influencia extracontinental es una afrenta a su seguridad. Para México, esto se traduce, en primer lugar, en una presión económica inmediata y extorsiva. Como bien señalan las fuentes, la relación comercial bajo el T-MEC, ya de por sí asimétrica, se convertirá en un arma de coerción continua. Es previsible un aumento en disputas arbitrarias en paneles del tratado, la amenaza constante de aranceles punitivos bajo argumentos de "seguridad nacional" y demandas unilaterales para renegociar compromisos en sectores claves como la energía o el automotriz. La incertidumbre jurídica y comercial frenará la inversión justo cuando la economía global navega aguas turbulentas.

En segundo lugar, la agenda de seguridad se impondrá con una dureza sin matices. La cooperación en migración, actualmente un tema de negociación compleja podría transformarse en una imposición unilateral. La expectativa será que México actúe como un muro de contención extendido, con todos los costos humanitarios, logísticos y de soberanía que ello implica, pero sin una verdadera corresponsabilidad estadounidense. La presión para alinearnos automáticamente con posturas de política exterior ajenas a nuestros intereses, aislando a países con los que mantenemos relaciones soberanas, se intensificará, poniendo en riesgo décadas de política exterior independiente.

El plazo más corto y peligroso, sin embargo, es el político-institucional. La retórica de Trump tiene un efecto catalizador y legitimador para actores internos divisivos. Fomenta la polarización al alentar a grupos que ven en el conflicto abierto con Washington una herramienta de movilización populista, o a aquellos que abogan por una sumisión total por miedo a represalias. Esto erosiona el ya frágil consenso nacional sobre cómo manejar la relación con nuestro vecino, debilitando nuestra posición negociadora desde dentro.

Ante esta coyuntura, México no puede permitirse ni el gesto vacío de la confrontación ni la pasividad sumisa. La respuesta en el corto plazo debe basarse en una política exterior fría y ejecutada con unidad de propósito. Es urgente:

1.      Diversificar con pies de plomo: Acelerar la implementación de acuerdos comerciales existentes con otros bloques y buscar nuevos mercados, no como un gesto anti-estadounidense, sino como un imperativo de reducción de riesgo.

2.      Fortalecer la cohesión regional: Reactivar y dar contenido concreto a foros como la CELAC y la Alianza del Pacífico, buscando posiciones comunes frente a demandas unilaterales. La fuerza está en la unidad, incluso si es limitada.

3.      Profesionalizar la contención: Armarnos de los mejores equipos jurídicos y negociadores para defender cada cláusula del T-MEC en los paneles de disputa, transformando cada amenaza arbitraria en un costoso proceso legal para quien la lance.

4.      Unificar el discurso interno: Construir un consenso de Estado entre los poderes de la Unión y las fuerzas políticas principales sobre los límites rojos y la estrategia a seguir. La división interna es el mayor regalo que podemos hacer a la coerción externa.

La "Doctrina Donroe" es el fin de la ilusión. Anuncia un periodo de fricción constante donde los intereses de México serán desafiados diariamente. La consecuencia inmediata más grave sería la parálisis por el miedo o la improvisación. Debemos entender que, en este nuevo patio vigilado, solo la preparación meticulosa, la unidad interna y una diplomacia pragmática y firme pueden mitigar los daños y proteger lo esencial de nuestra soberanía y nuestro desarrollo. El corto plazo ya comenzó.