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Tigres vs Cruz Azul: Más que tres puntos, el examen final de una mentalidad

La visita al volcán es el espejo donde Cruz Azul debe reflejar si superó su fragilidad psicológica o sigue prisionero de sus fantasmas.

Opinión
Hace 3 días

Para la afición de Cruz Azul, un partido como el de hoy contra los Tigres en el Volcán es mucho más que un simple trámite de la Jornada 12. No es solo otro partido difícil en una de las canchas más complicadas de la Liga MX. Es, ni más ni menos, el examen final de una mentalidad. Es la prueba de fuego que determinará si este equipo ha dejado atrás el lastre de la vulnerabilidad o si, por el contrario, sigue siendo rehén de esos fantasmas que aparecen cuando más se les necesita.

Mientras los aficionados de otros equipos buscan ansiosos las alineaciones o se preguntan cómo ver el partido en vivo por internet, la Máquina Celeste vive una obsesión colectiva diferente. La pregunta no es "¿quiénes jugarán?", sino "¿con qué actitud saldrán?". La visita al Universitario no es un partido; es un síntoma. Y cómo se enfrente este síntoma definirá el resto del torneo.

La narrativa previa al partido es conocida por todos. Tigres, en casa, con una nómina llena de estrellas y la contundencia que les caracteriza. Cruz Azul, un equipo en reconstrucción que, tras romper la maldición del no campeón, ha luchado por encontrar la consistencia y la fortaleza mental que lo lleve de vuelta a lo más alto. Los enlaces de prensa destacan el duelo, lo catalogan como un "partidazo", pero para Cruz Azul esto trasciende lo deportivo. Es un viaje al psicoanálisis colectivo.

En los últimos años, partidos como este han sido el escenario de nuestras peores pesadillas. Un error defensivo en los minutos finales, una falta de concentración, una incapacidad para soportar la presión del rival y su afición. Ese "chip" de la derrota inesperada, de la decepción autoinfligida, se activaba en escenarios de alta presión como el de esta noche. Era la Cruz Azul de la que todos se burlaban, la que prometía y no cumplía, la que se desmoronaba cuando la luz era más brillante.

Por eso, el partido de hoy es el examen definitivo para este equipo y para su proyecto. No se les pide, necesariamente, que ganen. El Volcán es un fortín y sacar un punto siempre es un buen resultado. Lo que se les exige, lo que la afición necesita ver con desesperación, es otra cosa.

Primero, carácter. Cruz Azul debe salir a jugar sin complejos. No puede esperar a que Tigres le pase por encima, replegándose en su área con la esperanza de aguantar el chaparrón. Debe ser valiente, plantarle cara al rival en la mitad del campo, disputar cada balón como si fuera el último. Un error táctico es perdonable; la falta de entrega y coraje, no. La afición puede aceptar una derrota, pero nunca la ausencia de lucha.

Segundo, inteligencia emocional. El partido tendrá momentos críticos. Tigres presionará, el estadio rugirá, el árbitro pitará una falta en su contra. La reacción del equipo en esos segundos definirá todo. ¿Protestarán, bajarán los brazos, se desorganizarán? O, por el contrario, ¿mantendrán la calma, seguirán el plan del técnico y demostrarán una madurez que antes no tenían? La fortaleza mental se construye en estos instantes.

Tercero, y más importante, identidad. ¿Quién es Cruz Azul hoy? ¿Es el equipo que sufre y se lamenta, o es el equipo que, a pesar de la historia, se levanta y se crece ante la adversidad? Este partido es una oportunidad para redefinir esa identidad ante sus propios ojos y ante el mundo. Una victoria, o incluso una empate bien logrado con personalidad, puede ser el parteaguas psicológico que el grupo necesita. Sería la señal de que el "ya merito" quedó atrás y que llegó la hora del "ahora sí".

Mientras los aficionados buscan enlaces para ver el partido en TV Azteca o siguen las alineaciones en ESPN, lo que realmente están buscando es una señal. Una señal de que su fe no está malgastada, de que el equipo que aman ha aprendido de sus errores y está listo para dar el siguiente paso.

El marcador final dirá "Tigres X - X Cruz Azul". Pero para la Familia Celeste, el verdadero resultado no estará en ese número. Estará en la actitud de cada jugador, en la solidez de la defensa, en la sangre fría para aprovechar una contra, en la fiereza para cerrar los espacios. Estará en no doblarse.

Hoy no se juegan solo tres puntos. Se juega la credibilidad de un proyecto y la sanación de una mentalidad. Cruz Azul no va al Volcán a buscar un resultado; va a buscar su alma. Y su afición, desde donde lo vea, estará esperando para ver si, por fin, la encuentran.